Estas vendas son la opción favorita de los luchadores cuerpo a cuerpo. Protegen los nudillos y estabilizan la muñeca a la hora de golpear con el puño. Con estas vendas teñidas de carmesí, es difícil saber dónde acaba la tela y dónde empiezan las manchas sangre.
¿A quién no le gusta trabajar con sus propias manos?